Detalles sobre el contenido del Museo Julio Romero de Torres en un primer acercamiento.

Vista Interior Museo
Imagen: Vista interior general
de la exposición

Una vez superada la ausencia de las esperadas audioguías, nos centramos en la comprobación de la accesibilidad al contenido para las personas que no vayan a utilizar este dispositivo. Puesto que el material expuesto en su inmensa mayoría está integrado por los cuadros del autor, la iluminación y su señalización serán aspectos decisivos a analizar. 




Vista Interior Museo 
Imagen: Vista interior en relación al
sistema de iluminación LED

El sistema LED de iluminación utilizado, es un aspecto que ha sido resaltado en la prensa como un valor añadido al museo. Nuestra impresión sobre el mismo es, que si bien proporciona un nivel de iluminación adecuado, el hecho de estar focalizado hace que se creen claroscuros que no favorecen la visión de muchas de las personas con necesidades visuales específicas, en concreto con problemas de adaptación a los cambios lumínicos.

Vista Interior Museo
Imagen: Vista de un cuadro de la exposición
en la que apenas se aprecian los textos
laterales referentes a la obra.

En cuanto a la   señalización de los datos de los cuadros expuestos, comprobamos hasta que punto se cumple lo que habíamos leído en prensa en referencia a que “está pensada para no distraer la atención del visitante”.  











Vista Interior Museo
Imagen: Vista de la señalización
 de las obras expuestas.

El soporte transparente en el que se ubica la información, se mimetiza de tal manera con la pared que lo soporta, que sin duda limita la percepción de su contenido a todos los visitantes. Este hecho, sin duda se ve agravado, por las características del estilo de letra utilizado. Todo ellos nos pone de manifiesto que la falta de formación en materia de accesibilidad, ha hecho que aún cuando la exposición del contenido informativo de las obras se haya regido por bienitencionados criterios, el resultado ha sido la falta de usabilidad para todos. 


El breve recorrido que hemos realizado nos ha dejado las siguientes ideas:
– La accesibilidad física al continente está garantizada.
– La accesibilidad al contenido del museo para las personas con discapacidad visual y auditiva está relegada a las audioguías, existiendo confusión entre criterios estéticos y funcionales en el resto de sistemas de información y señalización del recinto.
– Las personas con discapacidad intelectual vuelven a ser los grandes olvidados, pues no se facilita la comprensión del contenido del museo con tan solo pequeñas indicaciones sobre el nombre de los cuadros y de las salas.

– Los resultados de mayor calidad en la accesibilidad al museo, son los que han estado asesorados por entidades especializadas en la materia, como es el caso de la Oficina para la Accesibilidad del Ayuntamiento de Córdoba, que ha dirigido los aspectos referidos a la mejora de la accesibilidad a la información y comunicación mediante dispositivos multimedia para las personas con ceguera, baja visión, sordera y baja audición.

Sé el primero en responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *