Imagen: Logotipo Día Internacional  de los Museos

El día 18 de Mayo se celebra anualmente el Día Internacional de los Museos, con el objetivo de poner en valor estos espacios donde la cultura se pone al servicio y al alcance de la sociedad. Numerosos actos conmemoran la señalada fecha, apertura gratuita, sesiones e itinerarios especiales, ampliación de horarios, conferencias, gymkanas; todo ello con el objetivo de poner de manifiesto el valor de los museos como elementos de transmisión cultural.

Imagen: Logotipo del Consejo Internacional de los Museos

Desde aquí, nos preguntamos qué grado de accesibilidad tendrán los eventos organizados, y si realmente el día de los museos creado por el Consejo Internacional de los Museos en el año 1977, conmemora su utilidad social para todas las personas o tan sólo para una parte de la sociedad. Partiendo de la definición de museo como un espacio público que permite a las personas interactuar con la naturaleza, el arte, la historia, la ciencia y un largo etcétera; parece obvio que deben contar con los recursos necesarios para que cualquier individuo pueda acceder a la información de manera eficaz y con independencia de sus características personales.

Para documentar nuestras inquietudes, nos hemos fijado en aquellas otras celebraciones que ponen su atención en un público sectorial con necesidades específicas. Cabe destacar la publicación de datos sobre un estudio de la accesibilidad a los museos de las personas con discapacidad auditiva, realizado por la organización de atención a la deficiencia auditiva Clave, que valora en cerca del 90% el número de museos españoles que no son accesibles para estas personas. La nada desdeñable cifra nos confirma nuestros temores, poniendo de manifiesto que la transmisión cultural de los museos españoles es hoy en día una realidad sectorial y marginadora, negándose el acceso a la información a parte de la población.

Imagen: Logotipo de Federación  Española de Amigos de los Museos

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Ayer domingo día 6 de mayo, de la mano de la iniciativa Jane’sWalk, la Asociación peatonal cordobesa A PATA y la empresa Colaborativa, fuimos guiados por el técnico de la Oficina para la Accesibilidad del Ayuntamiento de Córdoba, Juan Aljama, en un paseo nada habitual. La ruta escogida fue el itinerario turístico que une la Estación de Renfe de Córdoba (como puerta de entrada a la ciudad) con el Museo de Julio Romero de Torres (como paradigma de la incorporación de la accesibilidad a la cultura). Recorrimos la ciudad poniendo nuestro punto de mira en aquellos aspectos que hacen que cada elemento urbano pueda calificarse como accesible o no accesible, ya quede ello depende la calidad de vida de muchos cordobeses con necesidades específicas, y por extensión, de todos aquellos turistas que visitan nuestra ciudad.

Imagen: Vista de franjas guía en la Estación de Renfe

No fue casual que nuestra visita empezara en la estación de tren, principal punto de recepción de los visitantes que llegan a la ciudad, y en especial de las personas con movilidad reducida, por las que RENFE en los últimos tiempos ha hecho un singular esfuerzo de adaptación. En el interior de la estación pudimos ver como RENFE ha dado un paso más en la atención a la diversidad y ha dispuesto franjas guía para mejorar la circulación y orientación de personas ciegas o con deficiencia visual. Pero a pesar de los esfuerzos, aún queda mucho por hacer al tener en cuenta las discapacidades menos visibles, como son las personas sordas o con hipoacusia y las que tienen dificultad cognitiva. Para ellos, el principal problema radica en el acceso a la información, que debería facilitarse por sistemas alternativos y en caso de ser escrita, con criteriosde fácil lectura; para posibilitar el acceso de aquellas personas que tengan dificultad para leer y procesar informaciones complejas.

Imagen: Vista de paso de peatones con señalizaciones táctiles en pavimento

Desde la Glorieta de las 3 Culturas, recorrimos las principales avenidas de la ciudad, Vial Norte, Gran Capitán, Ronda de los Tejares, Cruz Conde, Plaza de las Tendillas, con el fin de llegar a algunos de los principales puntos turísticos de la ciudad, como la Plaza de la Corredera y la Plaza del Potro. Durante el recorrido, tratamos de percibir el espacio urbano desde distintos puntos de vista. Descubrimos como para una persona ciega o con baja visión, la simple disposición del mobiliario urbano es determinante de la seguridad y comodidad durante sus desplazamientos. También se incidió en la configuración del pavimento de los pasos peatonales como elemento funcional indispensable en su modo de circulación, así como la señalización acústica de los semáforos. Dado que el recorrido que realizamos era por calles calificadas en la web de Córdoba accesible como accesibles o practicables para personas con movilidad reducida, no encontramos barreras arquitectónicas de gran calado.

El paseo culminó con la visita al Museo de Julio Romero de Torres, donde pudimos conocer los esfuerzos más destacados en el último año en materia de accesibilidad en la ciudad de Córdoba, tal como se ha dado a conocer en entradas anteriores. Pudimos comprobar que ya están a disposición del público las audioguías para facilitar el acceso a los contenidos del museo a todas las personas, ya que contienen soluciones adecuadas para necesidades funcionales diferenciadas: ceguera, baja visión, sordera y baja audición. Este dispositivo de complementa con la posibilidad de obtener la información desde nuestro propio teléfono móvil, obteniendo la información a través del código Q presente en el Museo. Para ello debemos disponer de conexión 3g en el móvil, ya que el recinto hasta el momento actual no dispone de conexión inalámbrica.

Esperamos que el año que viene se repita la inciativa con la incorporación de nuevos elementos de accesibilidad del espacio urbano.

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Una vez superada la ausencia de las esperadas audioguías, nos centramos en la comprobación de la accesibilidad al contenido para las personas que no vayan a utilizar este dispositivo. Puesto que el material expuesto en su inmensa mayoría está integrado por los cuadros del autor, la iluminación y su señalización serán aspectos decisivos a analizar. 

Imagen: Vista interior en relación al sistema de iluminación LED

El sistema LED de iluminación utilizado, es un aspecto que ha sido resaltado en la prensa como un valor añadido al museo. Nuestra impresión sobre el mismo es, que si bien proporciona un nivel de iluminación adecuado, el hecho de estar focalizado hace que se creen claroscuros que no favorecen la visión de muchas de las personas con necesidades visuales específicas, en concreto con problemas de adaptación a los cambios lumínicos.

Imagen: Vista de un cuadro de la exposición en la que apenas se aprecian los textos laterales referentes a la obra.

En cuanto a la   señalización de los datos de los cuadros expuestos, comprobamos hasta que punto se cumple lo que habíamos leído en prensa en referencia a que “está pensada para no distraer la atención del visitante”.  

Imagen: Vista de la señalización  de las obras expuestas.

El soporte transparente en el que se ubica la información, se mimetiza de tal manera con la pared que lo soporta, que sin duda limita la percepción de su contenido a todos los visitantes. Este hecho, sin duda se ve agravado, por las características del estilo de letra utilizado. Todo ellos nos pone de manifiesto que la falta de formación en materia de accesibilidad, ha hecho que aún cuando la exposición del contenido informativo de las obras se haya regido por bienitencionados criterios, el resultado ha sido la falta de usabilidad para todos. 


El breve recorrido que hemos realizado nos ha dejado las siguientes ideas:
– La accesibilidad física al continente está garantizada.
– La accesibilidad al contenido del museo para las personas con discapacidad visual y auditiva está relegada a las audioguías, existiendo confusión entre criterios estéticos y funcionales en el resto de sistemas de información y señalización del recinto.
– Las personas con discapacidad intelectual vuelven a ser los grandes olvidados, pues no se facilita la comprensión del contenido del museo con tan solo pequeñas indicaciones sobre el nombre de los cuadros y de las salas.
– Los resultados de mayor calidad en la accesibilidad al museo, son los que han estado asesorados por entidades especializadas en la materia, como es el caso de la Oficina para la Accesibilidad del Ayuntamiento de Córdoba, que ha dirigido los aspectos referidos a la mejora de la accesibilidad a la información y comunicación mediante dispositivos multimedia para las personas con ceguera, baja visión, sordera y baja audición.

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Deseosos de conocer el estado del Museo tras su reforma, decidimos alterar nuestro sistema de trabajo y realizar una primera visita de aproximación, que posteriormente complementaremos con el análisis de la información previa y el entorno urbano del Monumento. 


A continuación os presentamos en un vídeo esta primera toma de contacto:

La afluencia de público de los primeros días, ha condicionado el rendimiento de nuestra visita, ya que al preguntar al personal del museo por las audioguías, nos informan de que aún no se encuentran a disposición del público. En un primer momento este hecho nos parece comprensible, ya que la aglomeración de público existente parece hacer difícil llevar un control adecuado del material; pero a continuación nos preguntamos ¿por qué las personas con necesidades específicas han de verse privadas de acceder a la información desde el primer momento de la apertura al público? ¿no sería mejor haber planteado la reapertura del museo de modo que este pudiese utilizar todos sus recursos y así no marginar a un sector de población?

El personal nos informa de que el número de audioguías que en breve estarán a disposición del público es de 6, lo que nos hace ver con claridad que este sistema de información no va a poder utilizarse bajo la consigna del diseño para todos, ya que el número disponible resulta insuficiente para la utilización simultánea de todos los visitantes del museo. Además las unidades también resultarán escasas en caso de visitas colectivas integradas por personas con necesidades especiales. Entendemos que sin duda serán motivos presupuestarios los que habrán determinado el número de audioguías disponibles, y aún valorando muy positivamente el esfuerzo realizado por los entes implicados, no podemos dejar de hacer un llamamiento para que la elaboración de presupuestos conlleve la acción positiva como una eficaz medida para luchar contra la discriminación, en este caso al acceso a la cultura.

Imagen: Vista exterior en la que se aprecia el  rebaje realizado en el peldaño de acceso.

Ante la inesperada situación, seguimos adelante dejando pendiente el asunto de las audioguías para una visita posterior. Recorremos el museo disfrutando de la calidad de lo allí expuesto y con la expectativa de que nuestro análisis concluya con la satisfacción de que el contenido es un bien al alcance de todas las personas. A pesar de no haber señalización alguna, las reducidas dimensiones del recinto hacen que no sea demasiado difícil encontrar el ascensor que comunica las dos plantas del museo. Nos agrada comprobar que este elemento posibilita la accesibilidad física al continente, que por lo demás se compone de espacios diáfanos por los que la circulación no representa un problema.

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Nos ha sorprendido gratamente leer las recientes noticias que se han publicado en la prensa local cordobesa con motivo de la reapertura del Museo Julio Romero de Torres. Consideramos todo un logro que el Ayuntamiento de Córdoba, a través de la prensa, exponga que una de las grandes novedades que presenta el Museo tras su restauración, es la “completa adaptación para discapacitados”. La redacción del artículo confiere a la accesibilidad del museo una importancia similar a la de otros aspectos rehabilitados de valor puramente museístico, como el trazado de nuevos recorridos y denominación de salas, entre otros. Se produce así un hecho de singular importancia para el turismo inclusivo cordobés, que lleva el sello de garantía de la Oficina para la Accesibilidad del Ayuntamiento de Córdoba, y que estamos deseosos de corroborar con nuestra próxima visita al museo.

Ahora bien, la lectura de los numerosos artículos referidos al acontecimiento, pone de manifiesto la frecuente falta de formación en la redacción de noticias en las que se habla de accesibilidad o discapacidad (ver noticia del Diario Córdoba). En la redacción de los artículos, nuevamente se produce la identificación exclusiva de accesibilidad con discapacidad física. Este hecho se pone de manifiesto al hacer referencia a la instalación de ascensor como mejora expresa de la accesibilidad del edificio; considerando la implantación de pantallas táctiles y audioguías como una adaptación para ciegos aparte de la accesibilidad. También notamos la falta de conocimiento sobre las distintas discapacidades y sus necesidades, al no incluir a las personas sordas como beneficiarias de los sistemas implantados y a las personas ciegas como beneficiarias de las pantallas táctiles. 

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